Palabras clave: baloncesto, Segovia, CBS, JPM
Por Ignacio López-Calvo
Publicado en El Adelantado de Segovia
A veces te llega la morriña. Juega la selección española, aparecen en la televisión imágenes de la patria chica (el alcázar o el acueducto), ves en un libro de texto de castellano una foto de una de las tunas segovianas, aparece inesperadamente en un vídeo de enseñanza del castellano la larga sotana del sacerdote de la parroquia de Santa Eulalia que tan alto te parecía cuando eras pequeño…
Cuando vuelves la mirada, regresas, claro, a la infancia, a los sueños e ilusiones que, por aquel entonces, parecían no tener límites. Y te das cuenta de la suerte que tuviste de haber crecido en un lugar como Segovia, donde había gente generosa que se ocupaba de que los chicos tuvieran algo que hacer después de clase, un lugar donde hacer deporte. Y… ¿a qué viene esto? La respuesta es que este domingo se cumplirá el 25º aniversario de la creación del CBS (Club de Baloncesto Segoviano), uno de los clubes históricos de Segovia que tanto han ayudado a los chicos de mi generación y a los de ahora a hacer amigos, a estar en forma y, lo que es más importante, a educarse como personas.
Casi no ha llovido desde aquellos torneos de reyes y torneos de primavera de los años ochenta en los que algunos chupábamos tanto banquillo…
Yo, de hecho, jugaba en el equipo rival (sólo jugué en el CBS en 1997 mientras hacía la mili), el JPM, llamado así por su entrenador y mecenas, Juan Pascual Manzano, una de las personas que más tiempo y dinero han dedicado a la juventud y al baloncesto segovianos. El CBS lo fundó otro segoviano generoso y
admirable, Jesús Álvarez San Juan, que, al contrario que Juan, ya dejó el mundo del baloncesto hace tiempo. Ha pasado un cuarto de siglo desde aquellos primeros pasos y llega la hora de darles las gracias a San Juan, a Juan Pascual Manzano y a todos esos segundos padres a los que tanto debemos.
Todavía recuerdo lo importante que era para mí no sólo tener una oportunidad para lucirme delante de mi padre (que no se perdía un partido y ahora hace lo propio con sus nietos) sino también ver que San Juan y Manzano se tomaban las cosas tan en serio como nosotros. Tengo grabado, en concreto, un partido en La Albuela. Debíamos de ser de la categoría infantil o juvenil por aquella época y hacía tanto frío, que simplemente era imposible jugar en aquella cancha. Cuando nuestro entrenador propuso jugar el partido en el pabellón Emperador Teodosio, aprovechando que ya teníamos reservada la hora, San Juan se negó rotundamente porque, a su juicio, nos iba a dar ventaja jugar en el lugar donde nos entrenábamos. A pesar de que los dos eran (y seguro que siguen siéndolo) buenos amigos, tuvieron un pequeño roce en el que por primera y última vez oí a Manzano decir una palabra medianamente soez. En cualquier caso, recuerdo cómo me impresionó verlos a los dos, en aquella mañana helada, tomarse tan en serio el pique entre los dos equipos.
Sobra decir que lo de menos han sido los triunfos o fracasos deportivos; lo que quedan son las amistades y los buenos recuerdos. Y, llegado el cuarto de siglo de existencia de un club como el CBS, aprovechamos para mandar un saludo y una felicitación a los muchos segovianos que han pasado por las filas de ese equipo, que, junto con el citado JPM, heredó el testigo del histórico C.P. Imperio (el baloncesto llegó a Segovia en 1933), en
el que de niño tenía a los otros ídolos de mi infancia (además de los de la tele): Javier Peñas, Carlos Herranz, Manrique y, por supuesto, mi hermano Gonzalo que, dicho sea de paso, también jugó varias temporadas con el CBS en tercera división y de pívot, con su 1,85 de estatura…
Aunque el CBS ha tenido también equipos de baloncesto femenino, fútbol, fútbol-sala, fútbol 7, balonmano y voleibol, de eso sé entre poco y nada. Con estas líneas, me limito, como mencioné más arriba, a darles las gracias a quienes las merecen, a mandar un abrazo a los amigos del CBS y a animar a la nueva junta directiva a que continúe esta importantísima labor para la juventud segoviana. ¡Que lo paséis muy bien recordando viejos tiempos y luciendo barrigas en la cena!
*U.S. copyright law prohibits reproduction of the articles on this site "for any purpose other than private study, scholarship, or research" (see Title 17, US Code for details). If you would like to copy or reprint these articles for other purposes, please contact the publisher to secure permission.
Por Ignacio López-Calvo
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A veces te llega la morriña. Juega la selección española, aparecen en la televisión imágenes de la patria chica (el alcázar o el acueducto), ves en un libro de texto de castellano una foto de una de las tunas segovianas, aparece inesperadamente en un vídeo de enseñanza del castellano la larga sotana del sacerdote de la parroquia de Santa Eulalia que tan alto te parecía cuando eras pequeño…
Cuando vuelves la mirada, regresas, claro, a la infancia, a los sueños e ilusiones que, por aquel entonces, parecían no tener límites. Y te das cuenta de la suerte que tuviste de haber crecido en un lugar como Segovia, donde había gente generosa que se ocupaba de que los chicos tuvieran algo que hacer después de clase, un lugar donde hacer deporte. Y… ¿a qué viene esto? La respuesta es que este domingo se cumplirá el 25º aniversario de la creación del CBS (Club de Baloncesto Segoviano), uno de los clubes históricos de Segovia que tanto han ayudado a los chicos de mi generación y a los de ahora a hacer amigos, a estar en forma y, lo que es más importante, a educarse como personas.
Casi no ha llovido desde aquellos torneos de reyes y torneos de primavera de los años ochenta en los que algunos chupábamos tanto banquillo…
Yo, de hecho, jugaba en el equipo rival (sólo jugué en el CBS en 1997 mientras hacía la mili), el JPM, llamado así por su entrenador y mecenas, Juan Pascual Manzano, una de las personas que más tiempo y dinero han dedicado a la juventud y al baloncesto segovianos. El CBS lo fundó otro segoviano generoso y
admirable, Jesús Álvarez San Juan, que, al contrario que Juan, ya dejó el mundo del baloncesto hace tiempo. Ha pasado un cuarto de siglo desde aquellos primeros pasos y llega la hora de darles las gracias a San Juan, a Juan Pascual Manzano y a todos esos segundos padres a los que tanto debemos.Todavía recuerdo lo importante que era para mí no sólo tener una oportunidad para lucirme delante de mi padre (que no se perdía un partido y ahora hace lo propio con sus nietos) sino también ver que San Juan y Manzano se tomaban las cosas tan en serio como nosotros. Tengo grabado, en concreto, un partido en La Albuela. Debíamos de ser de la categoría infantil o juvenil por aquella época y hacía tanto frío, que simplemente era imposible jugar en aquella cancha. Cuando nuestro entrenador propuso jugar el partido en el pabellón Emperador Teodosio, aprovechando que ya teníamos reservada la hora, San Juan se negó rotundamente porque, a su juicio, nos iba a dar ventaja jugar en el lugar donde nos entrenábamos. A pesar de que los dos eran (y seguro que siguen siéndolo) buenos amigos, tuvieron un pequeño roce en el que por primera y última vez oí a Manzano decir una palabra medianamente soez. En cualquier caso, recuerdo cómo me impresionó verlos a los dos, en aquella mañana helada, tomarse tan en serio el pique entre los dos equipos.
Sobra decir que lo de menos han sido los triunfos o fracasos deportivos; lo que quedan son las amistades y los buenos recuerdos. Y, llegado el cuarto de siglo de existencia de un club como el CBS, aprovechamos para mandar un saludo y una felicitación a los muchos segovianos que han pasado por las filas de ese equipo, que, junto con el citado JPM, heredó el testigo del histórico C.P. Imperio (el baloncesto llegó a Segovia en 1933), en
el que de niño tenía a los otros ídolos de mi infancia (además de los de la tele): Javier Peñas, Carlos Herranz, Manrique y, por supuesto, mi hermano Gonzalo que, dicho sea de paso, también jugó varias temporadas con el CBS en tercera división y de pívot, con su 1,85 de estatura…Aunque el CBS ha tenido también equipos de baloncesto femenino, fútbol, fútbol-sala, fútbol 7, balonmano y voleibol, de eso sé entre poco y nada. Con estas líneas, me limito, como mencioné más arriba, a darles las gracias a quienes las merecen, a mandar un abrazo a los amigos del CBS y a animar a la nueva junta directiva a que continúe esta importantísima labor para la juventud segoviana. ¡Que lo paséis muy bien recordando viejos tiempos y luciendo barrigas en la cena!
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